Una de las complicaciones que ninguna empresa puede evitar afrontar son los choques generacionales, e Ingeenius no lo ignora.
Sabemos que suceden todo el tiempo y que es inevitable que la tecnología y las innovaciones se vayan abriendo paso junto con las nuevas generaciones, las cuales nacen con estas y las hacen parte a su vida automáticamente. A veces para quienes sufren la adaptación de la tecnología es difícil comprender a quienes nacieron con ellas, porque desaparecen características de las anteriores generaciones, pero esto no siempre es malo.
Nosotros estamos conscientes que entenderlas es un reto y hacer que se interesen una necesidad.
¿Nacemos sabiendo algo? O ¿es el mundo el que se empeña en que lo sepamos?
Es importante plantear que de una u otra forma preparamos a las nuevas generaciones para adaptarse y entender la tecnología, ya sea directa o indirectamente, empezamos a darles a conocer las innovaciones, desde que les damos el celular para que se entretengan, compramos el videojuego como regalo de cumpleaños o se les enseñan programas en la escuela para formar futuros profesionistas; es muy difícil que alguien pueda escapar de la innovación en un mundo que constantemente la está utilizando y se está esforzando por entenderla. El poder consumirlas fácilmente hace que nos interesemos y queramos conocer cómo funcionan o cómo podemos conseguir más. Se vuelven un estilo de vida y una droga para otros.
Convirtiéndose en una necesidad adquirida, por equis o ye razón, realmente no necesitamos la innovación, pero en un mundo donde todo se mueve más rápido es difícil vivir sin un poco de ayuda, por ende nos volvemos buenos en unas cosas y dejamos de lado otras, de ahí que surja la frase de: “en mis tiempos podíamos recordar más de diez números en nuestras cabezas sin necesidad de un aparato” y la contra frase de: “si lo supieras todo sabrías como pasar un PDF a un Word”, inicia una lucha de conocimientos y de quien sabe hacer mejor las cosas. Hay que entender que nos encontramos en diferente época, actualmente no necesitamos guardar tanta información en nuestra cabeza como las generaciones anteriores que tenía que buscar información por horas en varios libros, entenderla y almacenarla para no tenerla que volver a buscar y de esa manera poder ahorrar tiempo; ahora podemos satisfacer rápidamente esa necesidad con un solo clic tomando la información y aplicándola inmediatamente.
Por ende, podemos decir que la innovación de los buscadores y de otras tecnologías nos permitió ganarnos la fama de “holgazanes”, ya no tenemos que almacenar nada porque en un solo clic obtenemos todo, pero más importante podemos enfocarnos en lo que realmente nos interesa y dejar de perder el tiempo en temas que no.
El miedo a perder algo el internet nos no lo quito y el saber entender la tecnología nos abrió oportunidades, por eso somos tan “altaneros”. Ya no buscamos el clásico empleo, porque vivimos durante nuestra formación sucesos que los trabajos “perfectos” de nuestros padres no aguantaron. Buscamos hacer lo que nos apasiona y gastar nuestro tiempo en empleos que nos ayuden a completar nuestros sueños; damos lo mínimo necesario si no nos llena y no nos concentramos en tener una familia, por lo que es más fácil renunciar e intentar otra cosa, no nos ata nada y lo tenemos todo, así lo vemos. No estamos faltos de enfoque, estamos llenos de sueños.
Si las empresas no logran satisfacernos no es culpa de nosotros es culpa de ellos, y si el empleo que buscamos no existe lo creamos, no nos detienen las ideas de antes o que “aun” no estamos en edad, somos “desesperados” y encontramos el momento “indicado” en cualquier momento. Somos “impertinentes”, no nos callamos, ya no guardamos nuestros pensamientos y tenemos una opinión para todo.
Justo ahora nos encontramos en el panorama que los creadores de esta tecnología se propusieron inicialmente, lograron desenfocarnos de tareas poco importantes para nosotros para poder utilizar nuestro tiempo en cosas más relevantes para nosotros, por lo cual dejamos de lado características que ya no necesitamos y “evolucionamos”.
No podemos esperar que la tecnología y las innovaciones afecten de la misma manera a todas las generaciones, las comprendemos diferentes, las usamos diferente y entraron en nuestras vidas en momentos diferentes.
El choque generacional existe, pero aprender a usarlo a nuestro favor es beneficioso para ambas partes. De nuestro lado tenemos curiosidad, cuestionamientos y energía para cambiar el mundo, de las generaciones anteriores tenemos paciencia y concentración para entender la información, además de planeación para el cumplimiento de objetivos.
Tenemos mucho que aprender unos de otros, escuchar y ser escuchado es la clave para comunicarnos con otras generaciones, saber que podemos aprender de la experiencia y de la inexperiencia, darle un lugar a cada uno y no bloquear sus pensamientos o creer que por saber más no necesitamos de alguien más.
Clasificar intereses, impulsarlos y no boquearlos
Antes de entrar a trabajar a Ingeenius me dieron una carta de propuesta laboral y dentro de esta carta se encontraba un párrafo que decía:
Si no eres apasionada, creativa, divertida, comprometida, intrépida y super súper rifada, trabajar en Ingeenius, parecerá muy difícil. Nos gusta trabajar con personas que no teman expresar sus ideas, que trabajan duro y en equipo…aquellas que no temen al éxito y que son parte de nuestra visión corporativa de convertir lo imposible en posible.
Parece una frase creada o sin importancia, pero la verdad es que cuando uno pasa de la universidad a la vida laboral es complicado, pasas de un mundo lleno de guía a la guerra. Empiezan las entrevistas, el nerviosismo de no ser suficiente y sinceramente no entiendes lo que buscan. Solo hay preguntas generales y se sienten iguales en todos lados, te aprendes un speech y lo repites una y otra vez, ensayas con tus amigos y surgen lluvias de ideas en donde todos empiezan a nutrir sus propias respuestas.
Quizás lo que más nos pone nervioso, pero al mismo tiempo podríamos llegar a disfrutar son los procesos que tienen varias etapas porque retan nuestras capacidades, pero la mayoría lo tomamos como eso, un reto, sabemos que varias personas lo van a intentar entonces si quedamos que bien si no pues ya tenemos 20 entrevistas más agendadas, básicamente tiramos miles de dardos y el que caiga es bueno.
Empresas que se interesan en que has hecho para saber cómo puedes aportar, son las que te llenan de ganas de despertar, no queremos estar estancados en un trabajo donde solo se tenga que apretar un botón, buscamos uno donde nos aprovechen y no rechacen todo el tiempo nuestras ideas o nos hagan menos por no tener “experiencia”, preferimos una que considere nuestra aportación por grande o pequeña que sea y si estamos equivocados nos guíen para mejorar.
Como he tratado de expresar no somos la generación “floja” somos la generación que busca un reto y ser reconocidos, no es que no aceptemos un trabajo por el dinero es que no nos quedamos en uno por ello, a no ser que aumente la paga, obvio, si no buscaremos otro.
Parece fuera de esta realidad encontrar un trabajo donde puedas aportar ideas y que sean consideradas realmente, admito que al principio te saca de balance el poder darlas y que las tomen en cuenta, pero también impulsan tu creatividad y te llena de ganas de hacerlo otra vez, desde el aporte de una mejora hasta el planteamiento de una estrategia de comunicación, aumentan nuestra seguridad y la comodidad de expresarte, de esta manera no evitas tener ideas si no que buscas alimentarlas, mejorarlas y proponerlas.
Desde mi punto de vista nosotros queremos cambiar el mundo y no esperamos que alguien lo haga por nosotros, contamos con toda la capacidad y las ganas, no nos pongan a apretar un botón, pónganos a convertir lo imposible en posible, porque de cualquier manera las vamos a hacer pero que mejor mezclar conocimientos y no excluirlos.
Finalmente, ya como Ingeenius si me preguntan cuál es nuestro secreto diría que no huir de la “altanería”, la “impertinencia”, la “holgazanería” y la “desesperación” y mejor tomarlo como una oportunidad.